jueves, 19 de noviembre de 2009

VOLAR

Emprendiste el vuelo,
porque volar es tu escencia,
buscas ser libre,
enfocas el horizonte,
vuelas porque es bello,
pero a cada vuelo
lo aguarda la tierra,
alguien está abajo,
te esperan y te aman,
pero tu vuelas.......
porque volar es bello,
y un día regresas,
con las alas limpias,
con los ojos brillantes,
tu nido te espera,
los que te aman se alegran
porque estas de regreso,
abajo te aman,
pero disfrutas en las nubes,
porque volar el hermoso,
porque tu vida es un vuelo,
sigue tu camino,
disfruta tu viaje,
tal vez por los aires,
pero nunca olvides
de mirar hacia abajo,
que abajo hay raíces,
que abajo te aman.


miércoles, 18 de noviembre de 2009

14º MARATON CIUDAD MARCOS JUAREZ


LAS NUBES QUE SE LEVANTABAN DESDE EL SUR PRESAGIABAN UNA MAÑANA FRESCA Y TAL VEZ ALGO LLUVIOSA, COSA QUE OCURRIO APENAS ARRIBAMOS A MARCOS JUAREZ ALREDEDOR DE LAS 9:30 HS, VIENTO DEL SUR ACOMPAÑADO DE UNA LLUVIA BASTANTE CONSIDERABLE, LO QUE HIZO QUE LOS ORGANIZADORES DEMORARAN EL COMIENZO DE LA PRUEBA PARA LAS 10:30 CUANDO LA LLUVIA HABIA CESADO, PREVIA ENTRADA EN CALOR SE LARGÓ LA CARRERA CON EL SOL QUERIENDO ASOMAR Y CON UNOS CUANTOS CHARCOS EN LAS CALLES.
LA PRIMER VUELTA TRANSCURRIÓ EN FORMA NORMAL, CON UN GRUPO DE PUNTA DESPEGANDOSE DEL RESTO, ENTRE LOS QUE SE ENCONTRABAN PERALTA, HOSCH, PALACIOS, LOPEZ, F. MARTIN Y CASAS. UNA VEZ COMENZADA LA SEGUNDA VUELTA VOLVIÓ EL AGUA, LO QUE LE DIO CARACTERISTICA ESPECIALES A LA PRUEBA, YO TRATANDO DE MANTENERME EN EL SEGUNDO PELOTON, DETRAS DE 3 ATLETAS (LOS QUE EN UNA ESQUINA, DEBIDO A LA LLUVIA NO ADVIRTIERON QUE HABIA QUE DOBLAR Y SIGUIERON DE LARGO), A MI UNOS CHICOS ME AVISARON QUE NO LOS SIGUIERA QUE SE HABIAN PASADO DE LARGO, POR LO QUE HICE EL RECORRIDO CORRECTO (LA LLUVIA HABIA BORRADO LAS MARCAS EN LA CALLE), PERO ESTO ME SACÓ UN POCO DE LA CARRERA, SUMADO A LA LLUVIA CADA VEZ MAS COPIOSA, QUE PEGABA FUERTE EN LA CARA Y ANEGABA UNAS CUANTAS CALLES. LA CARRERA TUVO UN ATRACTIVO ESPECIAL, YA QUE EN MI CASO PREFIERO CORRER EN ESTAS CONDICIONES Y NO CON MUCHO CALOR.
LLEGUE A LA META EN EL SEGUNDO PELOTON LEJOS DE LOS 3 ATLETAS QUE SE EQUIVOCARON EL RECORRIDO, YA QUE ACORTARON CAMINO (SIN MALA INTENCIÓN, YA QUE LES DIJERON A LOS ORGANIZADORES QUE NO LOS CLASIFICARAN POR ESTE MOTIVO) Y CERCA DE LA PRIMER DAMA CLASIFICADA Y COMPLETANDO UNA BUENA CARRERA. MI POSICION FUE 12º EN LA GENERAL Y 2º EN LA CAT. DETRAS DE JORGE CASAS, EL EXCELENTE ATLETA DE TORTUGAS. MIS COMPAÑEROS: MAXI ALVES SE UBICÓ 18º Y 4º EN LA CAT., LEO ARIZA 32º Y 7º EN LA CAT. Y DANTE BARZANTE 2º EN SU CATEGORIA. MUY LINDA CARRERA, AUNQUE NO TAN NUMEROSA COMO EN AÑOS ANTERIORES, CON UNA PARTICIPACION DE 100 ATLETAS APROXIMADAMENTE.
ESTAS SON LAS PRIMERAS POSICIONES.
1.-MARCELO PERALTA (31:03)
2.-DARIO HOSCH (33:13)
3.-RICARDO PALACIOS (33:18)
4.-RAMON LOPEZ (33:25)
5.-CLAUDIO PALACIOS (33:45)
6.-FEDERICO MARTIN (35:14)
7.-JORGE CASAS (35:22)
12.-MARIO ASCENZI (38:18)


sábado, 7 de noviembre de 2009

MARATON ECCO-CANAL 5 (1-11-09)




El Domingo 1 de noviembre se corrió una nueva edición de la tridicional maratón de Canal 5 de Rosario, esta vez compartida en la organización con ECCO.
El día se presentaba algo incierto en cuanto al clima, algo que venía sucediendo durante la semana, con avisos de alertas meteorológicos por posibles tormentas fuertes. En mi caso me levanté a las 7 de la mañana, sali a la vereda, mire el cielo y decidi que sería de la partida por quinta vez en esta multitudinaria carrera, previo desayuno de 4 tostadas y una taza de te, emprendimos el viaje con mi compañero de carreras Maxi Alves, ya durante el viaje por la autopista se veían oscuros nubarrones hacia el sur y unos cuantos relámpagos que avisaban que el día podía complicarse.
Ya en Rosario, nos colocamos el número y las zapatillas, dimos una caminata por la zona de largada, ya que todavia faltaba más de media hora para el horario de comienzo de la prueba, el clima seguía bastante pesado y húmedo, aunque por el momento no llovía. En la recorrida nos encontramos con algunos conocidos con los cuales intercambiamos saludos y deseos de buena suerte para la carrera, a medida que seguían apareciendo más y más musculosas azules dispuestas a comenzar la entrada en calor, cosa que hicimos con Maxi durante unos 10 minutos y a la hora 10 en punto se dió la señal de largada, donde una multitud de alrededor de 2000 almas comenzaron a desandar el camino para cubrir estos tradicionales 10km, saliendo hacia el sur por Av. Belgrano, hasta Av. 27 de Febrero, retornando por Av. Belgrano, para pasar nuevamente frente a Canal 5, donde los que corrían 5km concluían su participación, nosotros seguiamos con nuestro recorrido hacia el norte, pasando por el monumento a la Bandera, Parque España, Tunel, hasta girar en U en calle España y retornar al punto de partida, allá por el km 7 aprox. comenzaron a escucharse unos truenos, que cada vez retumbaban más arriba de nuestras cabezas, las nubes se ponían más oscuras y más cargadas, lo que presagiaba la cercanía de la lluvia. Una vez arribados a la meta, y despúes de saludar y felicitar a los demás participantes y tomar un poco de agua y alguna botellita de gatorade, nos acercamos hasta donde estaba el auto para cambiarnos la remera mojada por una seca y elongar un poco los musculos, los truenos cada vez eran más fuertes, de pronto la lluvia llegó, muchos de los competidores todavía estaban completando el trayecto, por lo cual la refrescante caída de agua les vino barbaro. Nosotros subimos al auto y emprendimos el viaje de regreso hacia Armstrong, contentos por haber realizado una buena carrera y por haber disfrutado de una mañana de deporte junto a una multitud. La carrera fue ganada por Federico Martin con un tiempo de 34:13, segundo llegó Ramón Lopez y tercero Ariel Fernandez, yo me ubiqué en el 16 lugar y 4 en la categoria y Maxi en la posición 35 de la gral. y 13 en su categoria. Ahora viene una semana sin participar en ninguna prueba para, si Dios quiere el 15 de noviembre estar presente en Marcos Juarez, donde tan bien nos reciben año tras año con esa tradicional prueba atlética.

viernes, 6 de noviembre de 2009

ESOS LOCOS QUE CORREN




Yo los conozco. Los he visto muchas veces. Son raros. Algunos salen temprano a la mañana y se empeñan en ganarle al sol. Otros se insolan al mediodía, se cansan a la tarde o intentan que no los atropelle un camión por la noche. Están locos. En verano corren, trotan, transpiran, se deshidratan y finalmente se cansan… sólo para disfrutar del descanso. En invierno se tapan, se abrigan, se quejan, se enfrían, se resfrían y dejan que la lluvia les moje la cara. Yo los he visto. Pasan rápido por la rambla, despacio entre los árboles, serpentean caminos de tierra, trepan cuestas empedradas, trotan en la banquina de una carretera perdida, esquivan olas en la playa, cruzan puentes de madera, pisan hojas secas, suben cerros, saltan charcos, atraviesan parques, se molestan con los autos que no frenan, disparan de un perro y corren, corren y corren. Escuchan música que acompaña el ritmo de sus piernas, escuchan a los horneros y a las gaviotas, escuchan sus latidos y su propia respiración, miran hacia delante, miran sus pies, huelen el viento que pasó por los eucaliptos, la brisa que salió de los naranjos, respiran el aire que llega de los pinos y entreparan cuando pasan frente a los jazmines.Yo los he visto. No están bien de la cabeza. Usan championes con aire y zapatillas de marca, corren descalzos o gastan calzados. Traspiran camisetas, calzan gorras y miden una y otra vez su propio tiempo. Están tratando de ganarle a alguien. Trotan con el cuerpo flojo, pasan a la del perro blanco, pican después de la columna, buscan una canilla para refrescarse… y siguen.Se inscriben en todas las carreras… pero no ganan ninguna. Empiezan a correrla en la noche anterior, sueñan que trotan y a la mañana se levantan como niños en Día de Reyes. Han preparado la ropa que descansa sobre una silla, como lo hacían en su infancia en víspera de vacaciones. El día antes de la carrera comen pastas y no toman alcohol, pero se premian con descaro y con asado apenas termina la competencia. Nunca pude calcularles la edad pero seguramente tienen entre 15 y 85 años. Son hombres y mujeres. No están bien. Se anotan en carreras de ocho o diez kilómetros y antes de empezar saben que no podrán ganar aunque falten todos los demás. Estrenan ansiedad en cada salida y unos minutos antes de la largada necesitan ir al baño. Ajustan su cronómetro y tratan de ubicar a los cuatro o cinco a los que hay que ganarles. Son sus referencias de carrera: “Cinco que corren parecido a mí”. Ganarle a uno solo de ellos será suficiente para dormir a la noche con una sonrisa. Disfrutan cuando pasan a otro corredor… pero lo alientan, le dicen que falta poco y le piden que no afloje. Preguntan por el puesto de hidratación y se enojan porque no aparece. Están locos, ellos saben que en sus casas tienen el agua que quieran, sin esperar que se la entregue un niño que levanta un vaso cuando pasan. Se quejan del sol que los mata o de la lluvia que no los deja ver. Están mal, ellos saben que allí cerca está la sombra de un sauce o el resguardo de un alero. No las preparan… pero tienen todas las excusas para el momento en que llegan a la meta. No las preparan…son parte de ellos. El viento en contra, no corría una gota de aire, el calzado nuevo, el circuito mal medido, los que largan caminando adelante y no te dejan pasar, el cumpleaños que fuimos anoche, la llaga en el pie derecho de la costura de la media nueva, la rodilla que me volvió a traicionar, arranqué demasiado rápido, no dieron agua, al llegar iba a picar pero no quise. Disfrutan al largar, disfrutan al correr y cuando llegan disfrutan de levantar los brazos porque dicen que lo han conseguido. ¡Qué ganaron una vez más! No se dieron cuenta de que apenas si perdieron con un centenar o un millar de personas… pero insisten con que volvieron a ganar. Son raros. Se inventan una meta en cada carrera. Se ganan a sí mismos, a los que insisten en mirarlos desde la vereda, a los que los miran por televisión y a los que ni siquiera saben que hay locos que corren. Les tiemblan las manos cuando se pinchan la ropa al colocarse el número, simplemente por que no están bien. Los he visto pasar. Les duelen las piernas, se acalambran, les cuesta respirar, tienen puntadas en el costado… pero siguen. A medida que avanzan en la carrera los músculos sufren más y más, la cara se les desfigura, la transpiración corre por sus caras, las puntadas empiezan a repetirse y dos kilómetros antes de la llegada comienzan a preguntarse que están haciendo allí. ¿Por qué no ser uno de los cuerdos que aplauden desde la vereda? Están locos. Yo los conozco bien. Cuando llegan se abrazan de su mujer o de su esposo que disimulan a puro amor la transpiración en su cara y en su cuerpo. Los esperan sus hijos y hasta algún nieto o algún abuelo les pega un grito solidario cuando atraviesan la meta. Llevan un cartel en la frente que apaga y prende que dice “Llegué -Tarea Cumplida”. Apenas llegan toman agua y se mojan la cabeza, se tiran en el pasto a reponerse pero se paran enseguida porque lo saludan los que llegaron antes. Se vuelven a tirar y otra vez se paran porque van a saludar a los que llegan después que ellos. Intentan tirar una pared con las dos manos, suben su pierna desde el tobillo, abrazan a otro loco que llega más transpirado que ellos. Los he visto muchas veces. Están mal de la cabeza. Miran con cariño y sin lástima al que llega diez minutos después, respetan al último y al penúltimo porque dicen que son respetados por el primero y por el segundo. Disfrutan de los aplausos aunque vengan cerrando la marcha ganándole solamente a la ambulancia o al tipo de la moto. Se agrupan por equipos y viajan 200 kilómetros para correr 10. Compran todas las fotos que les sacan y no advierten que son iguales a las de la carrera anterior. Cuelgan sus medallas en lugares de la casa en que la visita pueda verlas y tengan que preguntar. Están mal. -Esta es del mes pasado- dicen tratando de usar su tono más humilde. -Esta es la primera que gané- dicen omitiendo informar que esa se la entregaban a todos, incluyendo al que llegaba último y al inspector de tránsito. Dos días después de la carrera ya están tempranito saltando charcos, subiendo cordones, braceando rítmicamente, saludando ciclistas, golpeando las palmas de las manos de los colegas que se cruzan. Dicen que pocas personas por estos tiempos son capaces de estar solos -consigo mismo- una hora por día. Dicen que los pescadores, los nadadores y algunos más. Dicen que la gente no se banca tanto silencio. Dicen que ellos lo disfrutan. Dicen que proyectan y hacen balances, que se arrepienten y se congratulan, se cuestionan, preparan sus días mientras corren y conversan sin miedos con ellos mismos. Dicen que el resto busca excusas para estar siempre acompañado. Están mal de la cabeza. Yo los he visto. Algunos solo caminan… pero un día… cuando nadie los mira, se animan y trotan un poquito. En unos meses empezarán a transformarse y quedarán tan locos como ellos. Estiran, se miran, giran, respiran, suspiran y se tiran. Pican, frenan y vuelven a picar. Me parece que quieren ganarle a la muerte. Ellos dicen que quieren ganarle a la vida. Están completamente locos.


MARCIANO DURAN (escritor uruguayo)