El pasado 6 de Setiembre estuve participando en la maratón realizada en General Roca (Córdoba), en una distancia de 8km. En la misma tube la suerte de ser el ganador de la clasificación General con un tiempo de 29 minutos 15 segundos. Segundo fue Andres Mari de Cañada de Gomez y tercero Gustavo Perez de San Genaro. La primer vuelta la hicimos los tres muy parejos, al comenzar la segunda vuelta tuve un poco más de resto y pude sacarle unos 100 metros de ventajas, que mantube hasta el final. Fue una linda carrera, aunque sin presencia de corredores de elite (lo que permitió que yo fuera el ganador). También estuvieron presentes representando a Armstrong, Tati Alfei (2º en su cat.) Maxi Alvez (2º en su cat.) y Dante Barzanti (1º en su cat.).
Aunque el objetivo principal de mi "locura" por correr y participar en estas carreras no es la obtención de un trofeo o clasificar para una Olimpiada, cuando se dan estos "accidentes" como es salir primero en la general, siento algo especial dentro mío, una especie de gratificación que no es el trofeo en si, sino un premio que me da la vida, un premio a la constancia, a no haberme rendido ante la adversidad, como fue la lesión de mi rodilla, a la responsabilidad y al esfuerzo. Un esfuerzo destinado a una mejor calidad de vida, a incentivar a que otros jóvenes y algunos no tanto también sigan por este camino del deporte, de la vida sana, de la confraternidad, de la amistad, como es la que uno va cosechando con otros atletas, compartiendo un abrazo cordial al finalizar una carrera más allá del puesto obtenido. El deporte es uno de las bases en que debe sustentarse una sociedad, ya que aquí como en la vida encontraremos reglas que cumplir, metas que alcanzar, veremos que sin esfuerzo nada es posible, comprobaremos que el que "juega limpio" a la larga recibe su "premio" y el que se da por vencido de antemano, dificilmente pueda alcanzar algún objetivo.
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